Tengo una gotera en la frente
Y bajo mi cama un cementerio de ideas.
Lapidarias y mudas ideas.
Cubiertas de pluma y de polvo.
Mis sueños son jabonosos.
Pegajosos sueños sin repuesto económico.
Descartables y exfoliantes.
Ramillete de historias vencidas.
Mi cabeza es un cenicero.
Se me hace humo la boca.
Tengo la lengua expuesta,
Desgastada y en degrade mortal.
En mi escritorio guardo tus ojos.
Abro el cajón de cuando en cuando.
Tus ojos negrita o cursiva.
Y me doy un banquete visual.
lunes, 18 de mayo de 2009
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario