jueves, 25 de junio de 2009

17/05/2007

No tenía piernas sino rascacielos.
Y yo moría por escalar los 53 pisos que me separaban de su azotea.

Era tan bonita que me dolían los ojos.
Era tan inalcanzable que me subí a sus hombros para arrancarle un beso.

Y me alquiló un cuarto en su quinto infierno.
Y me mató tres noches seguidas.

No hay comentarios: